Pero creo que no es eso lo que tengo que decirte.
Nunca había sentido que se me iban las fuerzas con una persona, que se iba mi sonrisa si esa persona no estaba conmigo, que el mundo perdía sentido cuando no estaba. Claramente cuando faltabas tú. Nunca había llegado a pensar que los "buenos días" no sonarían igual si me los daba otra persona. Es como si tuvieras que estar aquí para que todo cuadre... Es difícil levantarte y no pensar en nadie, y en nada. En cambio, pensar en blanco era bueno. Me quitaba problemas que sé que acabarían llegando... Pero ya no pienso en blanco, ahora pienso en esto, en nosotros. Y vale, no puedo negarlo. Me encanta. ¿Has escuchado alguna vez eso de "todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre"? Es como un... ¿sexto sentido? Es como saber que esa persona es la que te complementa, la que necesitas en tu vida porque la equilibra de tal manera que todo parece ir mejor. Es capaz de hacer de grandes problemas, insignificantes tonterías... Es increíble, creo que es su sonrisa. Esas ganas locas de enseñarle al mundo lo que tiene, de vivir como si fuera a acabarse el mundo mañana. Y eso también me encanta, porque me hace sentir bien, me transmite esa fuerza que tiene, y esa sonrisa que siempre, pase lo que pase, va a tener en la cara. Pues eso es lo que creo que me pasa contigo, que los besos si no son tuyos no saben bien, que las caricias si no son tuyas no son caricias, que los abrazos no abrigan si no son tus brazos los que me los dan. Si no viene de ti nada es igual...
Son demasiadas cosas como para dejarlas pasar. Momentos que nunca se van a repetir, ni aunque escribiera todo lo que sucedió y lo interpretáramos como si de una obra de teatro se tratase... Porque es imposible que vuelva ese día, de ese mes, de ese año, a esa hora y en ese lugar con la persona que estabas... Es por eso por lo que quiero seguir sumando momentos. Uno tras otro, y que se llene el mundo entero si hace falta. Que no te quede espacio en la memoria para recordarlos, que digas ahí estuvimos juntos, y ahí también... Y recuerdes todo, todo ¿eh? Y cuando los eches de menos me llames y me digas tengo ganas de ti, y me cuelgues el teléfono. Y me quede al otro lado con cara de tonta, mire el teléfono y me brillen los ojos... Y me recuerdes una vez más que es a ti a quien le prometí un "para siempre."
