De lo poco que conozco, creo que lo sé todo, o al menos lo suficiente...
Mira, te conozco a ti. No sé todo lo que quizás debería saber, me he perdido cosas de tu vida, quizás aun no sepa del todo cuando hablas en broma y cuando lo haces en serio. Quizás tampoco me conozca todas tus debilidades... pero, ¿y qué? Lo importante no es lo que no he compartido contigo, sino ver que queda mucho por delante.
Nos quedan millones de momentos, de días, de sueños, de besos, de caricias, de abrazos... y además, cada día que pase a tu lado voy a aprender algo nuevo; lo principal lo aprendí hace mucho. ¿Sabes qué es? Aprendí a querer, o mejor dicho, a quererte. Y lo hice, lo hago y lo haré como si me fuera la vida en ello...
Tengo claro, bueno no, lo tuve siempre claro. Tú eres mi vida, la persona por la que sería capaz de hacer cosas que quizás nunca hiciera por nadie, porque contigo me siento bien, me siento tranquila, me transmites eso que te hace único...
Sé que no todo sale perfecto. ¿Está comprobado no? Pero sé que de los errores se aprende, y que intento tras intento mejoraremos eso que nos ha echo equivocarnos tantas veces. No puedo pedir más, si ya no te tengo, al menos sé que alguna vez tuve lo esencial en mi vida. Porque eso, eres tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario